Los cimientos de los edificios temblan, las calles licuan bajo la intensidad de su incendio devorador. Es una fuerza irresistible, que deja un paisaje de desolación y ruinas. Frente a este poder, no es posible ninguna defensa, no es posible fugas. Godzilla, con su aliento incandescente, impone su ley implacable, desafiando toda la resistencia humana o natural.

Esta figura definitiva de Godzilla está inspirada en la película Godzilla vs Biollante (1989). En términos de accesorios, hay manos intercambiables y una cabeza, además, que escupe su radio de calor fosforescente. Implementado con su cola, ¡mide más de 30 cm!